Hoy si que toca una historia peculiar, tan peculiar como los protagonistas son.
Es la historia de cómo una novia vino a NO CONTRATARME, si habéis escuchado bien esta novia se presentó en mi oficina para decirme que no quería SESION DE FOTOS DE BODA.
No creía que fuese necesario, porque a ella le valía con simplemente vivirlo con su gente y pasarlo bien. Fue entonces cuando yo tuve la oportunidad de explicarle que una sesión de fotos no es mero postureo, que mi trabajo consistía en contar lo que sucede ese día, sin interrumpir nada y de un modo bonito, para que se queden esos preciosos momentos grabados para la eternidad gracias a la FOTOGRAFIA DE BODA DOCUMENTAL.
Medio convencida después de la charla, enseñarle un poco mi trabajo y darse canta de que soy una persona en la que confiar y estar agusto, se firmó ese contrato.
Llego EL DIA DE LA BODA todo fue como tenía que ser, como ella quería que fuese, su gente, el amor y esos novios disfrutando de hacer lo que les apetecía. Fue ese día cuando conocí más aun a esos novios, a esa Maria Jose que tras ese semblante duro del día de la entrevista era tan solo un osito de peluche con alma medio rokera que lo único que quería era preservar que ese día se viviera el amor entre todos sin freno y con mucha confianza y calma.
Tras unas semanas de LA BODA EN GRANADA recibí un precioso mensaje en el que la novia me decía que no podía haber escogido mejor fotógrafo, mejor persona para acompañarles ese día.
Siempre es grato recibir halagos por tu trabajo, pero hacerle cambiar de opinión a una persona y mostrarle lo bonito de la fotografía, ganarme su confianza y que me de las gracias, eso si que es magia para mi.
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