Esta sesión de fotos es el ejemplo del amor de una hija a su madre y viceversa.
Y es que no tuve la oportunidad de conocer la relación de Thalia con su papa, pero si con su mama y pude empaparme de ese amor tan bonito de estas dos señoritas que se cuidan día a día y luchan por la felicidad de la otra.
Además de poder disfrutar de su amor yo también tuve mi huequito y es que Thalia es una princesa de los pies a la cabeza, inocente, dulce, amable, alegre... todas las cualidades que yo más valoro en una persona y aún más en un niño.
Gracias por confiar en mi para haceros esta preciosa SESION DE FOTOS DE COMUNION EN GRANADA acompañaros en este momento y darme lo mejor de vosotras.
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